LLovía , caía con tanta fuerza que las hojas andaban corriendo por el jardín, sin rumbo. Llovía con ganas, y lo supe al otro lado del teléfono .Ni cuenta me había dado. Acostumbrada a estas charlas hasta le madrugada y apretando el teléfono con todas las ganas en mi oreja como si con este gesto acortara distancias... conversaciones imprescindibles cuando uno quiere saber y necesita que los demás sepan, cuando pretende no equivocarse, nada como hablar. Otras menos importantes y necesarias para soñar mejor, para combatir ausencias. Pero llovía y apenas cuando quise darme cuenta llamabas a mi puerta. Cuántas locuras estaba esperando que llegaran a mi vida? Ahora ésas son pocas.
http://www.youtube.com/watch?v=mkKx1115Sc4
http://www.youtube.com/watch?v=UO3Tc-c6JVM
" La satisfacción " de Gustav Klimt
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