En ocasiones tenemos que enfrentarnos al dolor ajeno. Mirarlo desde el cristal, desde el otro lado, parece sencillo: no lo es. Sobre todo cuando ese dolor parte de alguien a quien amamos, se hace más complicado. Nace el deseo de soportar por un rato la carga…
Ver dolor en alguien que siempre es un Titán da miedo: hay tejados en los que nos cuesta ver goteras . Cuando se reparan sólo hay que estar cerca con un cubito y ayudar a que las tejas nuevas peguen…Hasta que eso pasa, hay un temor, y las ganas de poner las manos por donde escurre el agua…
Te quiero, recupérate prontito!!
http://www.youtube.com/watch?v=zVRN8d2kh1g
No existen los "Titanes", a veces ocultamos nuestras debilidades para aparentar firmeza y poder transmitir valor, y valores.
ResponderEliminarOtras caen por nuestras mejillas la sabia del amor cuando realmente ves que nunca vas a estar sólo... que siempre hay alguien que te quiere y a quien poder querer.
Gracias, hija.