
Cuando vas cumpliendo años y te sientes como ese árbol viejo en lo alto de un monte. Cuando sientes que las hojas se te han ido cayendo y en su lugar no ha salido brotes nuevos.
Cuando te ves rodeado de fotografías y son las caras de ayer las que perduran en tu mente.
Cuando te acuestas, rendido, sin saber que te deparará el mañana, quién vendrá a verte al día siguiente o si alguien se acordará de llamarte para alegrarte el día.
Cuando te sientes solo e intentas estrujar el cerebro pensando a quién ofendiste y como resultado te lamentas.
Cuando el cuerpo no te responde cómo quisieras y viajas a través de los pasillos hasta la calle, pero con la imaginación.
Cuando me siento así: vencido, solo y viejo…
Entonces me consuelo con aquellas cosas que de joven me hacían sentir bien: me cuerdo de mi madre y sus arrumacos tímidos; me acuerdo de los juegos de pequeño, de las novias que tuve y que nunca supe mantener; me abstraigo recordando a mis primos en las fiestas y el color del Sol al ponerse en la playa; de los cafés con los amigos y las cervezas perdidas en una barra.
Cuando veo los años que he dejado sobre esta tierra me recompongo recordando los besos en aquel barco con cualquiera; las casas que construí donde vivieron otros; me desvelo añorando los gritos de los hijos de mis amigos…y vuelvo a estar solo en este cuarto, a sentirme solo: rodeado de desconocidos que son ahora mi familia, manchado de serrín y de pintura: construyendo juguetes de madera para los nietos de otros…
Y me consuelo recordándome abandonado en aquella casucha del campo, y ahora calentito en mi cama, la que me merecí por los años de trabajo.
Y siento que no estoy tan solo, aunque quizá en otra vida, juegue mis cartas de otra manera…
me gusta pensar que se cansan, viejos de esperar y saltan, o se caen o simplemente se marchan, eso no lo sé, a otra tierra donde poder crecer. Una tierra a la que te puedes asomar. Una tierra que está al fondo de cada uno de los pozos, negros de vejez y años con los que la vida nos quiere ahogar.
ResponderEliminarEl truco está en encontrar un cubo que sepa entrar y llenar, vaciarse y ser primavera allá abajo. Y busco, busco...;-)
Somos" Giralunas" querido poeta: siempre andamos buscando otras tierras, cubos rebosantes...
ResponderEliminarDios mío como duele.... sólo tengo 33 años pero es magnífico, es como si sintiese que mañana voy a perder la oportunidad de hacer todo aquello que no he hecho, por miedo, o desidia... o peor, porque pensaba que aún tenía tiempo...hoy voy a vivir más, lo prometo. Gracias.
Eliminar