En lo más profundo de mi ser, allí donde tu habitas hay un
sentimiento más grande todavía que tú: que apenas puedo compararte con una
nuez. Un sentimiento que se ha ido alimentando de rutinas, de una paz que
necesitaba mi alma y que entró por la misma ventana por la que se había ido
hacía ya años.
Un sentimiento blanco, fresco cada día, colmado de
paciencia, de cariño. Construido de muchos sueños, pero no livianos, no en el
aire. Sin dudas, sin arrepentimientos, sin vaivenes, firmes…
En lo más profundo de mi ser, se que este padre, que es ya
el tuyo, el que yo elegí para ti, será el hombre que más te querrá en el mundo; aunque te haga llorar muchas veces, aunque tenga que replantearse
muchas cosas cuando de pronto un día te tenga entre sus brazos y no sepa ni
como mecerte. Ni siquiera si un día tiene que ponerte sus propias condiciones,
si tiene que pegarte un grito o castigarte; cuando le toque intentar hacerte
entender cosas que jamás podrás
comprender, hasta que un día tu también te veas en las mismas con tus hijos…
Y la verdad he de decirte que muchas veces no sabe uno
cuánto te quiere tu padre, hasta que no lo eres, es injusto, pero es así.
A ti el tuyo te está esperando con tantas ganas que ya te
imagina, ya te ha inventado.
En lo más profundo de mi ser, se que mi sentimiento no se equivoca, que tendrás un padre
maravilloso.
Feliz día del padre